Sanar no es un camino recto ni fácil. Es una decisión profunda que nace desde adentro. Cuando decidí iniciar este proceso, entendí que no se trataba solo de seguir adelante, sino de volver atrás, de mirar mis heridas de frente, de abrazar mis miedos y soltar lo que ya no tenía espacio en mi vida.

En ese viaje, Ivannia fue guía, faro y sostén. Con sus terapias, su escucha profunda y sus consejos certeros, me mostró lo que significa la verdadera compasión: no la que viene desde afuera, sino la que nace cuando por fin podemos mirarnos sin juicio. Me enseñó que cada experiencia vivida, incluso las más dolorosas, tienen un sentido en nuestro camino.

Hoy miro hacia atrás y reconozco cuánto ha cambiado mi vida desde entonces. He publicado tres libros como escritora, poeta, y ahora guionista en formación y cada palabra escrita lleva una huella de este proceso de sanación. Porque cuando una se compromete consigo misma, todo alrededor comienza a transformarse.

Gracias, Ivannia, por acompañarme a descubrir la versión más auténtica y libre de mí misma. Tu trabajo es luz. Y tú, una mujer tremenda.